Author(s): Heloise da Costa Lima Fernandes | Jaqueline Correia Gaspar | Cintia Hitomi Yamashita | Fernanda Amendola | Mu00E1rcia Regina Martins Alvarenga | Maria Amu00E9lia de Campos Oliveira
Journal: Texto & Contexto Enfermagem
ISSN 0104-0707
Volume: 22;
Issue: 2;
Start page: 423;
Date: 2013;
Original page
ABSTRACT
La fragilidad es un indicador importante del estado de salud de los ancianos. La Edmonton Frail Scale, herramienta multidimensional validada y culturalmente adaptada al portugués de Brasil, pode ser usada para su evaluación. Estudio transversal, descriptivo, con el objetivo de dentificar la presencia de fragilidad en personas mayores atendidas por la Estrategia de Salud de la Familia en un municipio de Sao Paulo. Todas las consideraciones éticas fueron observadas. Se entrevistaron 128 ancianos. Hubo predominio del sexo femenino, entre 60 y 69 años de edad, bajo nivel educativo y con ingresos propios. Sólo 103 personas mayores que contestaran a todas las preguntas de la escala tuvieran su grado de fragilidad evaluado. De estos, el 21,4% eran aparentemente vulnerables y el 30,1% tenía algún grado de fragilidad, entre leve, moderada y severa. Los 25 que no responderán a todas las preguntas presentaban vulnerabilidad a la fragilidad. Se concluí que la escala es adecuada para la evaluación de la fragilidad en la Atención Primaria, se adecuada a las características de la población-objetivo.
Journal: Texto & Contexto Enfermagem
ISSN 0104-0707
Volume: 22;
Issue: 2;
Start page: 423;
Date: 2013;
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ABSTRACT
La fragilidad es un indicador importante del estado de salud de los ancianos. La Edmonton Frail Scale, herramienta multidimensional validada y culturalmente adaptada al portugués de Brasil, pode ser usada para su evaluación. Estudio transversal, descriptivo, con el objetivo de dentificar la presencia de fragilidad en personas mayores atendidas por la Estrategia de Salud de la Familia en un municipio de Sao Paulo. Todas las consideraciones éticas fueron observadas. Se entrevistaron 128 ancianos. Hubo predominio del sexo femenino, entre 60 y 69 años de edad, bajo nivel educativo y con ingresos propios. Sólo 103 personas mayores que contestaran a todas las preguntas de la escala tuvieran su grado de fragilidad evaluado. De estos, el 21,4% eran aparentemente vulnerables y el 30,1% tenía algún grado de fragilidad, entre leve, moderada y severa. Los 25 que no responderán a todas las preguntas presentaban vulnerabilidad a la fragilidad. Se concluí que la escala es adecuada para la evaluación de la fragilidad en la Atención Primaria, se adecuada a las características de la población-objetivo.
